Un lugar para vivir una experiencia en familia o con amigos: desayunos viendo el mar, niños corriendo por el jardín, tardes de playa a solo 5 min caminando y cenas largas en el porche al atardecer. Frente al campo de golf y rodeada de naturaleza, esta casa en Mogro es ese sitio donde los días pasan sin prisas, entre juegos, charlas y momentos que se quedan. Como las vacaciones de antes, pero con todas las comodidades de ahora.